🎨📸 Millones transforman sus fotos al estilo Ghibli y ahora nadie quiere volver a su cara real
Internélandia, marzo 2025 – Una epidemia silenciosa recorre el planeta: millones de personas han sido “ghiblificadas” por inteligencia artificial, y ahora se niegan rotundamente a volver a verse con poros, arrugas o el fondo del baño mal iluminado.
“Nunca me sentí tan hermosa como cuando me convertí en una mezcla entre Totoro y una influencer japonesa del 2002”, dijo Luisa T., quien ahora exige que su INE también tenga versión anime.
Todo comenzó con la fiebre de generar imágenes con estilo “Studio Ghibli”, ese universo visual lleno de cielos pastel, hojitas flotando y protagonistas que parecen o estar a punto de llorar… o de descubrir un dragón doméstico. Con una simple foto y una descripción tipo “píntame como si viviera en El Viaje de Chihiro, pero con filtro de ternura”, la IA hace magia… o crimen artístico, según a quién se le pregunte.
La tendencia llegó tan lejos que hasta presidentes, tías del grupo de WhatsApp y la Casa Blanca cayeron. Algunos gobiernos incluso evalúan reemplazar las fotos oficiales por versiones con brillos de acuarela y orejitas suaves.
Sin embargo, la fiebre ha dividido a la sociedad. Por un lado, los fans de la fantasía:
—“Así quiero que me vean en el currículum, como si tuviera alma de princesa del bosque y rendimiento de Excel.”
Y por otro, los artistas de carne y pincel:
—“Nos roban el estilo y encima lo hacen en cinco segundos. Nosotros tardamos cinco horas solo en lograr una sombra bonita en el cachete”, declaró una ilustradora entre lágrimas y capas de Photoshop.
Mientras tanto, Hayao Miyazaki, fundador de Studio Ghibli, fue visto en su jardín gritando al cielo con una taza de té:
“¡Esto es un insulto a la vida misma!”
Aunque testigos afirman que fue porque se le acabó el gas del boiler.
Se rumora que el siguiente paso será que los usuarios pidan ser dibujados “como si Ghibli conociera a Pixar, pero con la profundidad emocional de Shrek 2”.
El futuro es incierto, pero una cosa es segura: nadie quiere volver a tener frente de Zoom sin filtro.
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