Claudia Sheinbaum, la única que no duerme a Trump; Amlo lo hinotizaba
Después de años de siestas forzadas en llamadas con Andrés Manuel López Obrador, el expresidente Donald Trump al fin encontró en la presidenta Claudia Sheinbaum una interlocutora que no lo hace cabecear. Un reportaje de The New York Times reveló que las interminables disertaciones en español del mandatario mexicano anterior hicieron que Trump desarrollara un reflejo involuntario: cada vez que escuchaba 'interpretado al inglés', su mente activaba el modo "descanso profundo".
Según fuentes citadas en el artículo, Trump consideraba que hablar con AMLO era como asistir a una conferencia de tres horas sobre historia del maíz sin derecho a receso. "A veces pensábamos que estaba dormido, pero en realidad estaba en trance. Solo volvía en sí cuando le mencionaban la palabra 'muro'", declaró un exasesor anónimo.
En contraste, Sheinbaum ha logrado conectar con Trump de manera más fluida gracias a que optó por comunicarse en inglés. Su estrategia ha sido sencilla pero efectiva: hablar menos, ir al grano y, sobre todo, no recitar discursos de 20 minutos sobre la Cuarta Transformación. "Ha visto videos de Trump, ha estudiado su estilo de comunicación y, al parecer, ha comprendido el lenguaje universal del ego", afirmó un analista.
El momento cúspide de su relación llegó cuando, en una conversación telefónica, Trump le lanzó un inesperado elogio: "Eres dura". Para un hombre que mide la capacidad de liderazgo en base a la frecuencia con la que uno puede interrumpir al otro sin perder la compostura, esto equivale a una condecoración diplomática.
Fuentes en la Casa Blanca señalan que Trump quedó tan impresionado con Sheinbaum que, en lugar de su clásico "¡MAGA!", terminó la llamada con un espontáneo "¡SheinBAUM!". Como resultado, varios productos mexicanos quedaron exentos de aranceles, y el equipo de la presidenta celebró el logro como si hubieran ganado la Copa del Mundo.
Por si fuera poco, el expresidente estadounidense decidió cerrar su plática con un clásico de su repertorio: un chisme sobre Justin Trudeau. "¿Qué opinas de él?", preguntó, esperando complicidad. Sheinbaum respondió diplomáticamente que no hablaba mucho con el canadiense, a lo que Trump reaccionó con alivio: "Has tenido suerte". Se desconoce si la presidenta tuvo que resistir la tentación de responderle con un "¿Y tú qué piensas de AMLO?".
Mientras tanto, en el gobierno mexicano se evalúa seriamente la posibilidad de enviar a Sheinbaum a Washington cada vez que haya que calmar a Trump. "Es nuestra mejor arma secreta. Si logramos que lo mantenga entretenido y sin tuits incendiarios por más de 30 minutos, la diplomacia mexicana le debe una estatua", declaró un funcionario de alto nivel.
En cuanto a AMLO, fuentes cercanas aseguran que no le molesta que Sheinbaum haya encontrado una fórmula más efectiva para negociar con Trump. "Él ya cumplió su misión: enseñarle que la paciencia es una virtud... y también una prueba de resistencia".
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